La hospitalización en casa

Autor: Eva (Página 2 de 2)

Enfermera con muchos años de experiencia tanto en el ámbito del hospital como en hospitalización a domicilio. Formada en les universidades de Barcelona. Investigadora Principal en estudios destinados a mejorar la cualidad del rol enfermero y con ello la calidad de vida de las personas.

El tercer sector existe …

Muchas veces vemos en los medios de comunicación como se habla del El Tercer Sector . En general lo componen organizaciones sin ánimo de lucro que intentan dar una opción a los dos tipos de economías que han reinado durante muchos años en nuestras sociedades, me refiero a la economía pública y la economía privada. El Tercer Sector ha surgido como alternativa a unos sectores que no han dado respuestas justas y eficientes a los problemas que presenta nuestra sociedad. Donde el sector público a gastado millones de euros en infraestructuras más o menos necesarias y el sector privado a invertido en macro operaciones más o menos rentables mientras  los miembros de nuestras sociedades, osea las personas, se veían excluidas o marginadas.

La crisis económica ha hecho más visible la crisis social. Hasta hace poco, vivir con un sueldo era posible y si se disponía de dos la economía familiar permitía960456f7-45b8-40f3-a46a-996e3141e5c0 ofrecer una carrera universitaria a los hijos o una segunda residencia o unas vacaciones en el extranjero.

La Hospitalización a Domicilio nos permite ver verdaderas situaciones de exclusión social. Muchas veces mantenidas en el tiempo por la vergüenza que sienten las personas que la padecen. Muchas veces causa de enfermedades y otras agravamiento de las enfermedades crónicas ya existentes.

Los artículos que escribiré en los próximos días van dirigidos a las personas que no creen que existan estas situaciones o que son causa de una mala gestión personal  de unos individuos aislados.

Veremos desde dentro lo frágil que es el sistema en el que vivimos. Puede ser que el miedo a vernos identificados nos impida leer más. Pasando página no se resuelven.

pobreza_4196_1

Retraso en la recuperación quirúrgica

Diagnóstico enfermero :Retraso en la recuperación quirúrgica

Diagnóstico médico: Amputación abierta del primer dedo del pie

Mi hija se casa

Finalmente la hija de Ramón se casará dentro de tres meses.

Para Navidad anunciaron la fecha de la boda a toda la familia. Todos los presentes en la comida se alegraron y a los pocos días se iniciaron los preparativos.

Nadie esperaba lo que le pasó a Ramón en el mes de febrero: mientras paseaba tuvo un acceso de tos con hemoptisis y cayó al suelo entrando en coma.

Se trata de un paciente crónico complejo de riesgo cardiovascular  evolucionado; Vasculopatia difusa con afectación de tres vasos coronarios; Arteropatía periférica con claudicación intermitente; Ex-fumador; Hipertensión arterial de diez años de evolución; Hipercolesteronemia de larga evolución en tratamiento farmacológico; Insuficiencia renal crónica con valores de creatinina superiores a 3; FEVI del 29% y que presenta una hemorragia alveolar difusa  de forma súbita.

En sesión clínica se valoró que la cardiopatía isquémica era inoperable debido a la alta comorbilidad de Ramón.

Para las personas menos conocedoras de la medicina estamos hablan de una persona muy enferma.

Al ingresar en urgencias del hospital se le diagnosticó de pneumonia intersticial o posible NOC   pneumonia  organizada criptogénica.

Durante tres meses toda la familia dejó de lado los preparativos de la boda y sus vidas transcurrieron en idas y venidas a la unidad de cuidados intensivos del hospital.

A principio de mayo lo pasaron a planta. Había respondido bien  al tratamiento con cortisona, había empeorado su insuficiencia renal crónica y la arteriopatía diabética había requerido una amputación del primer dedo del pie derecho.

La recuperación de Ramón trajo también la recuperación de los planes de boda de su única hija.

Intervención del equipo de Hospitalización a Domicilio

Ramón ingresó con nosotros a los tres días de la intervención con diagnóstico de amputación semi-abierta del primer dedo pie derecho con cuatro puntos de aproximación a nivel de metatarso. El lecho de la amputación estaba en estadío de hemostasia y no había ni rastro de tejido de granulación.

La insuficiencia renal marcaba una creatinina de 1.8 con un bicarbonato de 4.5 y un sodio de 1.3 o hiponatremia euvolémica   de forma crónica.

Presentaba descompensación de su Insuficiencia cardíaca  y su diabetes mellitus.

La extremidad presentaba edemas hasta zona infracondilea. Los valores de glucemia capilar oscilaban entre 230 y 340 mg/dl .

Debido a su estancia en cuidados intensivos la movilización la tenía limitada y caminaba con dificultad apoyándose en  un caminador.

En nuestra primera visita al domicilio de Ramón nos hizo saber el reto que teníamos por delante. Lo más importante para él en estos momentos era llevar a su hija al altar el día de su boda. Estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para conseguir el sueño que tenía desde que nació su hija hacía 27 años.

Nuria había conseguido ser abogada y tenía una pareja de la que estaba muy enamorada, pero lo más importante en esos momentos era entrar en la iglesia del brazo de su padre. No importaba que la casa estuviera a medio pintar el día de la boda, le dirían al fotógrafo que afinara en la toma de imágenes. No importaba que el sastre no tuviera el traje de Ramón a tiempo porque no se lo había podido probar, tenía sus zapatos Crockett & Jones comprados por su hija en Inglaterra durante su Erasmus. No importaba que el banquete de bodas no se pudiera hacer donde querían porque habían perdido la reserva, estaría Pedro el cura que bautizó a su hija y compañero de Ramón en el Banco de Alimentos.

 

Se habló con la familia y el paciente de la gravedad de las enfermedades de Ramón y la importancia de la salud por encima de otras situaciones. Pero todos se habían aferrado al sueño de Ramón como un salvavidas para huir de la realidad.

En un principio creímos que la evolución del paciente nos ayudaría.

1. Controlamos los edemas con una bomba elastomérica de Furosemida endovenosa que nos permitía controlar la descompensación de la insuficiencia cardíaca dañando lo menos posible el riñón. Para ello colocamos un catéter PICC.

2. Ajustamos pautas de insulina.

3. Repasamos educación de riesgo cardiovascular:

Control de peso diario.

Control de diuresis.

Control dieta diabética e ingesta de sodio.

Control de líquidos.

4. Se hacen curas de la herida quirúrgica:

Lavado de la herida con jabón neutro y suero fisiológico.

Fomentos con Prontosan.

Apósito hidrocoloide y oclusivo.

Protección y vendaje elástico hasta zona infracondilea.

Medidas posturales de la extremidad.

5. Se mantienen ejercicios de fisioterapia para mejorar el tono muscular y conseguir la deambulación autónoma.

A las dos semanas habíamos conseguido:

Compensar la diabetes, los edemas y la HTA.

Ramón comenzó a caminar con solo el apoyo de un bastón.

La herida presentaba tejido de granulación.

No habíamos conseguido mejorar su pronóstico de vida.

El día de la boda, a las nueve de la mañana, entrabamos en casa de Ramón: la peluquera que venía a peinar a Nuria y la enfermera de hospitalización a domicilio que venía a curar el pie de Ramón para ajustar el apósito al zapato, cargar la bomba elastomérica con la dosis de Furosemida para 24h y ayudar al padre de la novia a vestirse acoplando el catéter PICC. Repasamos que disponían de los teléfonos de emergencias por si pasaba alguna cosa. Nos volveríamos a ver en 24h.

Dos horas más tarde padre e hija entraban en la iglesia.

En nuestra práctica clínica nos encontramos con frecuencia con el fenómeno de la fuerza de voluntad de los enfermos. Vemos como personas en agonía luchan por no morir hasta la llegada del hijo del que quieren despedirse. Aquí fue la lucha de toda la familia por hacer realidad un sueño de un padre muy enfermo.

El hecho de crear un programa educativo y un seguimiento personalizado de las patologías crónicas de Ramón ayudó a que la Hospitalización a Domicilio fuera el vehículo para materializar ese sueño que con otro sistema asistencial no se habría realizado.

Gestión ineficaz

Diagnóstico enfermero : Gestión ineficaz del  régimen terapéutico familiar  

Diagnóstico médico : Carcinoma infiltrante de mama

Por amor a una madre

Hacía quince años que Pedro no viajaba a su país. Apenas era un niño de doce años cuando su padre le pagó el viaje a Francia para trabajar en el negocio de un amigo de la familia. Ahora es delineante en una firma de arquitectos de Barcelona y ha conseguido ahorrar suficiente dinero para mantener, en su país, a sus padres y hermanos.

Hoy el viaje es muy importante, va acompañado de María, la mujer con la que se casará. Sus padres le habían buscado una esposa en su pueblo natal y no había sido fácil convencerlos de los contrario.

La gestión de las relaciones familiares aveces pueden ser muy complicadas.

La familia es una estructura de suma importancia para la sociedad y su funcionamineto, es el contexto  natural en el que se transmiten los valores y los conocimientos en las culturas.  La familia constituye una manera particular de ver la realidad.

Con la migración , el bagaje cultural de las familias se traslada a la sociedad de acogida y juega un papel determinante en las actitudes, las percepciones, y los modos de vida del individuo. Con  ella aparecen las perdidas de parientes y amigos, la perdida de la lengua natal, de las costumbres y rituales. Pero no se pierden porque están en su lugar de origen. En compensación se puede  acoger elementos como la esperanza de una mejora económica, de estudios o formación, nuevas libertades políticas o socio económicas.

Esta situación de perdidas pero no perdidas crean emociones contradictorias: tristeza y alegría; perdidas y restituciones; ausencia y presencia que hacen que las perdidas sean incompletas, ambiguas, pospuestas y como alguien las ha llamado “de duelo perpetuo”.

Por ello, toda intervención con inmigrantes ha de ser prudente y culturalmente sensible.

 

A la llegada de Pedro a su pueblo de origen, el padre se había divorciado de la madre y ahora vivía con una mujer más joven que le había dado dos hijas. Las hermanas habían sido casadas y vivían con sus maridos en otros pueblos.

La pareja llevaba tres días en casa de su padre y todavía no había visto a su madre. Sus tías decían que estaba enferma. Una enfermedad de mujeres que había sido el motivo de divorcio de sus padres. Parecía como si todo el mundo quisiera que volviera a Europa sin verla.

Las dinámicas familiares cambian ya sea con la distancia o con las nuevas formas de relacionarse originadas por la sociedad de acogida.

Finalmente la encontraron en una habitación de la casa de la hermana mayor de su madre, una mujer anciana y demenciada que vivía a las afueras del pueblo.

Al entrar en la casa un olor nauseabundo los tiró para atrás. La suciedad reinaba por todas partes. Encontró a su madre en una habitación prácticamente a oscuras. En un principio pensaron que era un animal cobijado bajo una montaña de ropas.

Al mirarla a los ojos la reconoció. Aquella mirada dulce que le había consolado de pequeño y que él había recordado todas las noches en sus sueños cuando cansado de trabajar y estudiar, caía en el camastro que le había puesto Tomás al lado de la chimenea del comedor.

El mal olor que desprendía el cuerpo le impedía abrazarla como debía y su madre interpretó que la repudiaba igual que había hecho su familia y se apartó de él.

Pedro hizo acopio de valor y al acercarse a su madre pudo ver las moscas que se le posaban en el pecho y al levantar el pañuelo que la cubría pudo ver las pústulas que se extendían por la mitad de su pecho. Donde antes estaba la mama que alimentó a sus seis hermanos y a él mismo, ahora había una herida en forma de coraza.

El cáncer de mama en su mayoría afecta a los conductos que llevan la leche al pezón, es el llamado cáncer ductal. Otro tipo es el que afecta a los tejidos que producen la leche y hablaríamos del cáncer de mama lobulillar.

Cuando este cáncer se encuentra en estado avanzado los síntomas pueden incluir: Dolor oseo y mamario; Úlceras cutáneas de diferentes grados; Edema axilar; Pérdida de peso importante;

Sintomatología secundaria a la diseminación neoplásica.

En el pueblo de donde era Pedro el cáncer de mama era atribuido a un tipo de comportamiento de la mujer y considerado poco menos que un castigo de su Dios. La conclusión de la familia era que Marta estaba siendo castigada por algo que había hecho y ellos ignoraban.

La teóloga americana  Rosemary Radford Ruether  escribe en “Cross Cuerents”:  «Del mismo modo que no se podría integrar a un negro en una sociedad blanca, basada precisamente en la sumisión del negro, de igual manera no se puede introducir plenamente a los laicos y a las mujeres en la Iglesia», conservando intacta la ley religiosa.
Cuando se aprende el lenguaje se transmite también un sistema para interpretar el mundo.
Socialmente a las mujeres se les trasmite una manera de estar en el mundo que hace que sigan unas pautas que no se pueden modificar con charlas o real decretos sino que requieren una toma de conciencia de los mensajes que trasmitimos y que nos llevan a aceptar como «natural» lo que es cultural.
Determinadas instituciones han perpetuado ideas que dejan a la mujer relegada a una segregación absurda por razón de sexo.

Llevaron a Marta a un hospital de la capital del país donde los médicos le informaron que no podían hacer nada por ella y la mandaban a casa.

Tardaron dos largas semanas en conseguir arreglar la documentación necesaria para llevarse a su madre de allí. Después de hablarlo con María decidieron que viviría con ellos en Barcelona. La llevarían a un médico con la esperanza que se pudiera hacer algo por ella.

Intervención del equipo de Hospitalización a Domicilio

Cuando conocimos a Marta su cáncer estaba muy evolucionado. Prácticamente era una mujer en un alarido de dolor, con el hemitorax derecho cubierto por una coraza de ulceras mal olientes. La desnutrición había hecho de Marta un saco de piel y huesos. No podía ni sentarse en la cama y cuando lo hacía era para mirar por la ventana los niños en el parque.

Lo primero que controlamos fue el dolor y la dificultad respiratoria con parches de fentanilo y morfina oral.

Fue más difícil controlar el olor que se desprendía de las úlceras.

Como enfermeras y como personas nos encontramos con la dificultad de que si la curabas y hacía poco que habías comido era muy difícil combatir el vómito y después de la cura tampoco podías comer porque el olor perduraba en las fosas nasales durante horas impidiéndote que pudieras disfrutar de la comida. Nos lo tomamos con filosofía enfermera y decidimos que era un nuevo método de hacer la «operación bikini» para estar sexis en verano.

Para hacer la cura nos poníamos doble mascarilla con unas gasas impregnadas en colutorio que disimulaban el olor.

Limpiábamos las heridas con jabón y suero fisiológico y poníamos fomentos de antibiótico tópico que eliminaba el mal olor.

Cubríamos las heridas con gasas grasas y unas placas de apósito absorbente (*).

La presencia de nauseas en Marta desapareció al controlar el olor de las heridas. Se le proporcionaron suplementos proteicos que mejoraron su estado general. Comenzó a salir todas las tardes con María al parque.

Se podría decir que la comunicación verbal fue a través de su hijo, que estuvo presente en todas nuestras visitas, pero Marta tenía un rostro muy expresivo y dulce que ayudaba mucho en la comunicación no verbal.

Le buscamos una distracción que le permitiera evadirse de su situación y así fue como empezó a hacernos collares de bolitas de plástico.

Lo más importante es que conseguimos que su hijo pudiera abrazar a su madre sin sentir rechazo.

Marta era una gran mujer. Cuando cada día entrabamos en su habitación nos recibía siempre con una sonrisa, aunque tuviera dolor. Cuando nos despedíamos nos cogía las manos entre las suyas y nos la ponía en su frente para darnos las gracias.

Marta murió en Barcelona, en casa de su hijo, su nuera y su nueva familia que era el equipo de Hospitalización a Domicilio. Lejos de aquella sociedad que le había negado ayuda en nombre de una fe que discrimina a las mujeres por su sexo y que permite que mueran como animales en nombre de creencias infundadas que solo alimentan intereses misóginos.

(*) No hemos querido hacer publicidad de marcas registradas

 

Cansancio del cuidador

Diagnóstico enfermero : Riesgo de cansancio del rol del cuidador

Diagnóstico médico: Síndrome de cautiverio /  S.C.

Pasar la vida recitando el abecedario

Este mes en casa de  Alfredo se prepara su fiesta de aniversario. Como cada año, su madre hace pastel y comida para la familia y amigos.

Cuando era pequeño quería ser jugador de fútbol del FC Barcelona, e incluso un año se presentó a las pruebas de selección para entrar a estudiar en  La Masia (escuela especial de dicho club) como portero de la cantera. Apenas tenía 8 años y aquel verano lo pasaron a la espera de la resolución de las pruebas que había hecho en mayo.

Era un niño movido que jugaba a pelota continuamente con sus dos hermanos. Su madre los sacaba a pasear muy a menudo porqué,como decía ella,» en casa nos volvía locos». Aquel verano fue el último que pasó Alfredo chutando un balón.

Una tarde,durante su paseo,se escapó de la mano de su madre y un conductor con prisa apretó el acelerador y se llevó por delante el cuerpo de Alfredo y con ello todas sus ilusiones. Ni tan solo se paró a socorrer a la madre que con su hijo en brazos gritaba pidiendo auxilio. Esperó que los vecinos lo delataran.

La madre no sabe que fue peor, si ver a su hijo medio muerto en la carretera o el diagnóstico que le dieron en el hospital. Su hijo padecía el síndrome de cautiverio. Nunca más se movería, ni tan solo para coger aire.

Alfredo había sufrido una lesión en el tronco del encéfalo a nivel de la vía corticoespinal causando un síndrome pseudobulvar caracterizado por la parálisis de los cuatro miembros, sin pérdida de la conciencia, pero sin poder comunicarse con palabras o movimientos corporales.

Las vías motoras oculares  viajan en dirección  caudal y dorsal y eso permite que Alfredo pueda conservar los movimientos oculares para comunicarse con  códigos sencillos.

Alfredo tenía preservada la conciencia, la visión, la audición  pero no la respiración como les pasa a otros pacientes.

Generalmente afecta a personas con problemas isquémicos y el porcentaje de supervivencia es inferior al 30%.

En este caso había un traumatismo y era un niño de ocho años con lo que el pronóstico era incierto.

Las complicaciones que podían presentarse eran : Infecciones respiratorias;Sepsis; Hemorragias digestivas; Complicaciones cardíacas y  coagulación intravascular  diseminada.

Hoy Alfredo cumple 40 años desde que volvió a nacer, según su madre.

Ella recuerda el niño de ocho años como parte de un pasado que se quedó en la carretera bajo las ruedas de un coche y con la desidia de un conductor a la fuga.

Hoy se celebra el nacimiento de un hijo con problemas que ella ha luchado por mantener vivo cada día. Por eso duerme todas las noches en un colchón en el suelo cerca de su hijo y no pone una cama para que cuando esté despierto haya más espacio en la habitación. Ella entiende de respiradores y de diferentes tubos endotraqueales como cualquier profesional de una UCI. De hecho ella tiene una montada en casa. De hemorragias digestivas tiene un máster. Si hablamos de infecciones respiratorias o sepsis,un doctorado.

Ella se llama Encarna, tiene 72 años, es madre de dos hijos más y viuda de Manuel padre de Alfredo que falleció de cáncer al poco tiempo del accidente. Según Encarna » un par de meses y ya está».

Cuando viajo o visito las ciudades más próximas, miro el nombre de las calles y de los monumentos conmemorativos que me salen al paso, pero no logro encontrar ninguno dedicado a personas como Encarna que pasan su vida dedicadas a otras personas.

Yo conozco muchas Encarnas y Juanes y Manolos y Marías que dedican sus vidas a cuidar de padres, esposos , hijos o nietos. ¿Es qué esas personas no son merecedoras del nombre de una calle o de una plaza de nuestro barrio? Calle de los urdidores, los tejedores, hasta calles con nombres de genocidas o dictadores ¿No puede haber una calle de los cuidadores o monumento a todos los que dedican su vida a los demás y que reconozca su labor? Un 75% son mujeres, según el estudio EMIRTHAD .

Alfredo ha padecido, durante estos años, todas las complicaciones esperadas en su estado y todas las derivadas de las intervenciones sanitarias para mantenerlo con vida, como son: sondas vesicales que hacen infección de orina, tubos endotraqueales que hacen decúbitos en la traquea y sangrados, ingresos en el hospital que conllevan lesiones en la piel por la dureza de la ropa de cama, infecciones nosocomiales, flebitis en accesos venosos, hipercadmias o hipoxias por mal funcionamiento del respirador, malos ratos si se va la luz y tiene moco para aspirar e incluso caída de una litera.

Intervención del equipo de Hospitalización a Domicilio

Alfredo ingresó con nosotros porqué en el hospital corría riesgo de enfermedad nosocomial. Había presentado una segunda infección por pseudomonas y tenía que hacer 21 días de tratamiento endovenoso con cefalosporina.

Se valoró el ingreso en nuestra unidad. Se le colocó una PICC  en su brazo derecho y marchó a casa.

La cuidadora disponía de un soporte adecuado y continuado del equipo de Atención Primaria por lo que no tuvimos que intervenir en cuidados crónicos al paciente. Había sido educada por los profesionales del Instituto Guttmann.

A pesar de lo dilatado de su proceso de encamado no tenia ninguna lesión en la piel y sus  deformidades musculares eran las mínimas esperadas gracias a: frecuentes cambios posturales, ejercicios de fisioterapia,el colchón antiescaras, una correcta nutrición e hidratación por botón gástrico y multitud de cremas hidratantes. Pero, sobre todo, gracias a la gran dedicación de su madre que no se separaba prácticamente nunca de su lado.

Hicimos intervenciones en su proceso agudo como poner nebulizaciones de broncodilatadores y aspirado de secreciones. Administramos antibiótico endovenosos mediante bombas elastoméricas  cada 12h.  Cuidados de la PICC.

Para explorarlo y comunicarnos con él tuvimos que volver a aprender el abecedario,esta vez sin vocales. Primero preguntábamos el tema,un sí era ojos cerrados. Luego  íbamos deletreando,no muy deprisa, hasta llegar a la letra con otro cierre de ojos.

También podemos decir que compartimos con Alfredo los goles del Barça durante la Champions League y comentamos los aciertos y los errores de Messi y Valdés.

Trabajamos el diagnóstico enfermero Riesgo de Cansancio del cuidador y se detectaron los siguientes factores de riesgo:

Adicción o codependencia. Aislamiento de la familia o del cuidador. Deterioro de la salud del cuidador. El cuidador es una mujer. Cuidados numerosos o complejos. Duración de la necesidad de los cuidados. Falta de distracción del cuidador. Falta de descanso del cuidador.

Aprovechamos nuestras visitas en intentar que Encarna delegara parte de los cuidados en su hija mayor consiguiendo que intercambiaran roles. Ella cuidaba de los nietos y la hermana de Alfredo. Conversando con ella supimos que le gustaban mucho las plantas y sugerimos que iniciara un huerto donde cultivar hortalizas para su hijo, en la parte trasera de su casa. Trabajamos el sentimiento de culpa de Encarna. No aceptó nunca que un extraño cuidara de su hijo. Tampoco conseguimos que se separa de su hijo más de una hora.

Encarna, como otros muchos cuidadores, no sabe de vacaciones, no sabe de ir al cine, no sabe de rebajas ni de ir a la compra, no sabe de tomarse un refresco en una terraza de un bar. Ella sabe de respiradores, de sondas de calibre 16, de recambios de tubos endotraqueales y humidificadores. Ella sabe de querer tanto a un hijo que le da su vida.

Posiblemente en algunas mentes aparezca la palabra eutanasia o la expresión «eso no es vida», pensando en el paciente. En las mentes de Encarna y su hijo Alfredo no aparecen. Están juntos. Hoy están vivos y celebrarán el cumpleaños como cualquiera de nosotros. Con solo mirarse les basta. Quizás los que tenemos el problema somos nosotros que necesitamos del cine, de compras y de vacaciones para sentirnos vivos. No sabemos de amor incondicional. No sabemos de tocar al otro y disfrutar de que está a tu lado. No sabemos de estas personas cuidadoras. Por eso no hechamos de menos su nombre en nuestras calles.

Cuando marché de casa de Alfredo, Encarna me regaló un cactus y unos guantes especiales para cuidarlo. «Para que te acuerdes de mí»- me dijo. Como si fuera posible olvidarla. Desde entonces yo tengo en mi ventana , mirando la calle, un cactus llamado Encarna.

 

Adherencia terapéutica

Diagnóstico enfermero: Manejo inefectivo del régimen terapéutico / Gestión ineficaz régimen terapéutico

Diagnóstico médico: Insuficiencia Cardíaca Crónica descompensada (ICC).

Un gran hombre pero mayor

Hoy os hablaré de Antonio,un hombre de 82 años, trabajador de la empresa Telefónica desde que el cable telefónico iba en poste de madera. Marido de Carmen. Emigrado de Málaga a Catalunya en los años 60.Hace cinco años vió como un cáncer de pulmón se llevaba a  su único hijo.Desde hace tres no tiene ninguna relación con sus nietas ni su nuera.Según él fue el dolor de la pérdida,según Carmen ellas han rehecho sus vidas y no quieren recordar a su hijo.


Hace años que Antonio padece una ICC que se descompensaba de vez en cuando. Es diabético insulinodependiente y bien compensado.Se le considera paciente de riesgo cardiovascular.Está catalogado de Paciente Crónico Complejo (PCC) por su centro de Atención Primaria.Habitualmente toma unos 6 comprimidos a la mañana (2 de Furosemida,   1 Omeprazol,1 Paracetamol,1 Losartan, 1 Enalapril), 4 al mediodía (1 Seguril, 1 Pantoprazol, AAS, Adiro) y 4 ( 1 Simvastatina, 1 Lorazepan,1 Orfidal, 1 Prevencor) a la noche. Antonio, que justo sabe leer los rótulos de la calle, no entiende el formato de la receta electrónica igual que el 46,53% de los pacientes encuestados en el estudio EMIRTHAD (estudio sobre manejo inefectivo del régimen terapéutico en hospitalitzación a domicilio).

Para los menos diestros en tratamientos Antonio repite fármacos no prescritos : Furosemida/ Seguril ; Omeprazol / Patoprazol ; Adiro / AAS; Lorazepan / Orfidal; Simvastatina / Prevencor. Ha mezclado Genéricos con Marcas Registradas y tratamientos antiguos con nuevos. Aunque parezca imposible en el estudio EMIRTHAD descubrimos que de 3693 tratamientos 426 se tomaban repetidos. Un 26%.


Carmen y Antonio se hicieron su casa en un barrio obrero. En un principio era poco más que una barraca. Sin planos, como le había enseñado su padre a Antonio, como se hacían todas en aquella época de carencia de recursos tanto de materiales como económicos. En un inicio el lavabo no entraba dentro del proyecto y cuando entró el único lugar para instalarlo era el patio. Un buen día a mediados de los años 70,Antonio se cayó de un poste de madera de telefonía. Quedó cojo de por vida y sobre todo dejó de cobrar el plus que pagaba la empresa por aquel trabajo de riesgo.Continuó trabajando pero con otro sueldo.A pesar de esto se jubiló con una «pensión decente», según Carmen. Ella trabajó toda la vida limpiando en las casas y cardando lana cuando era demasiado mayor para subirse en escaleras.Podríamos decir que hablamos de una casa humilde pero limpia con multitud de barreras arquitectónicas y lo más importante un lavabo en el patio.Cuando hace frio y a la noche,Antonio hace todo lo posible para no tener que ir a orinar.Y cuando digo todo estoy hablando también de no tomar los diuréticos. Automedicación.

Para los menos diestros en tratamientos hablaros de la importancia de estos fármacos y de su correcta administración en un paciente con ICC. En el estudio EMIRTHAD se hace referencia a estas actuaciones en los enfermos y corresponden a un 18% de 217 personas encuestadas que hacen automedicación y un 13% descansos no prescritos.

Carmen y Antonio pertenecen a una generación que no pudieron ir al colegio y todo lo que han aprendido a ido dirigido a disimular que no saben leer ni escribir.Durante muchos años los medicamentos tenían el mismo formato y habían memorizado el nombre de boca de los profesionales sanitarios.Un buen día el sistema cambió. Ahora se le llaman Genéricos.                  El formato cambia cada vez que va a recogerlos a la farmacia. Las visitas a los profesionales  sanitarios son menos frecuentes.

Cuando yo los conocí quedé impresionada por la personalidad de Antonio.Un hombre a quien la vida le había dado muchas bofetadas y él luchó para salir a delante. Posiblemente porqué a su lado tiene una mujer que como él, han aprendido a disfrutar de las cosas pequeñas y la mutua compañía .


Al repasar con Antonio el botiquín de su domicilio encontré numerosas discordancias entre la receta electrónica ,que no saben leer, y los medicamentos que él decía tomar. Según la receta tenia que tomar: Furosemida dos a la mañana , pero el Seguril se lo tomaba desde el último ingreso en el hospital; El Omeprazol se lo prescribieron hacia poco tiempo y no sabia para qué; De Pantoprazol le quedaba poco, tenia que ir a la farmacia a pedir más; El Adiro y AAS no se los tomaba  porqué no tenia dolor de cabeza; El Prevencor se lo recetaron en su consulta al cardiólogo hacia mucho tiempo y lo tomaba de vez en cuando ,cuando se acordaba; Simvastatina era para el colesterol y tomaba media de 20mg; El Orfidal era para dormir y el Lorazepam para la contractura del brazo que hacia días que no podía levantarlo.

Según el estudio EMIRTHAD solo el 58% de las personas encuestadas (419) conocen como se administra un tratamiento, la dosis y para qué lo toman. Entre un 55% y un 63% si son Genéricos y un 73% y un 81% si son Marcas Registradas.

 

Intervención del equipo de Hospitalización a domicilio

Durante diez días que estuvo ingresado en nuestra unidad:

  • Pusimos un acceso venoso y una bomba elastomérica con 5 amp. de furosemida a pasar en 24h. Compensamos en una semana su ICC. Llegando al peso ideal de 76 kg con ausencia total de edemas, ausencia de disnea y no ortopnea.
  • Insistimos en la importancia de reconocer que no sabe leer y preguntar todas las veces que sea  necesario a los profesionales.
  • Educamos en  reconocer los fármacos por su nombre genérico, le pusimos símbolos en las cajas que harían de guías y las enganchamos en una hoja que pudiera llevar a todas partes. No optamos por hacer que le preparan la medicación en blister en farmacia por presentar cambios de dosis frecuentes.
  • Se catalogó al paciente de Riesgo de Manejo Inefectivo del Régimen Terapéutico. Para que el resto de profesionales lo tuvieran en cuenta durante la prescripción de fármacos.
  • Educamos en la dieta adaptándola a los menús de Carmen y las preferencias de Antonio. Sustituyendo la sal por otros condimentos más adecuados.
  • Le hicimos comprar una botella para orinar a la noche y los días de frio sin tener que salir al lavabo del patio.
  • Se  trabajaron hábitos como el control semanal de peso, la hidratación de la piel, el uso de zapatos adecuados, salir a hacer ejercicio cada mañana y la posibilidad de ir dos veces por semana a las clases de gimnasia para gente mayor que hacen en la sociedad de vecinos y las clases especiales para aprender a leer.
  • Por último se notificó a su enfermera de Atención Primaria  los cambios realizados y los riesgos potenciales que tienen el paciente.

Al alta quedó ligado a un seguimiento en consultas externas de enfermería de nuestro hospital para pacientes PCC.

Antonio ha pasado de tener un ingreso cada dos meses por descompensación, a venir al hospital cada cuatro meses a visitar a la enfermera que lo llama cada quince días para saber como está.

El sabe que si aumenta de peso ha de llamar a  su enfermera  y le dará  día de visita para 24h/48h. En el supuesto que tenga que hacer tratamiento endovenoso, vendremos «las domiciliarias» a su casa y  no tendrá  que ingresar en el hospital y dejar sola a su Carmen.

 

 

Bienvenidos a mi blog

Esta es la primera  entrada que hago sobre mi apasionante vida como enfermera  domiciliaria. Deseo que mi experiencia en los domicilios de los pacientes os ayude a ver a estas personas en su entorno  físico, psíquico y social,  y a los más aventureros crear sistemas de atención sanitaria más humanos y más efectivos.

Entradas siguientes »