Diagnóstico enfermero: Manejo inefectivo del régimen terapéutico / Gestión ineficaz régimen terapéutico
Diagnóstico médico: Insuficiencia Cardíaca Crónica descompensada (ICC).
Un gran hombre pero mayor
Hoy os hablaré de Antonio,un hombre de 82 años, trabajador de la empresa Telefónica desde que el cable telefónico iba en poste de madera. Marido de Carmen. Emigrado de Málaga a Catalunya en los años 60.Hace cinco años vió como un cáncer de pulmón se llevaba a su único hijo.Desde hace tres no tiene ninguna relación con sus nietas ni su nuera.Según él fue el dolor de la pérdida,según Carmen ellas han rehecho sus vidas y no quieren recordar a su hijo.
Hace años que Antonio padece una ICC que se descompensaba de vez en cuando. Es diabético insulinodependiente y bien compensado.Se le considera paciente de riesgo cardiovascular.Está catalogado de Paciente Crónico Complejo (PCC) por su centro de Atención Primaria.Habitualmente toma unos 6 comprimidos a la mañana (2 de Furosemida, 1 Omeprazol,1 Paracetamol,1 Losartan, 1 Enalapril), 4 al mediodía (1 Seguril, 1 Pantoprazol, AAS, Adiro) y 4 ( 1 Simvastatina, 1 Lorazepan,1 Orfidal, 1 Prevencor) a la noche. Antonio, que justo sabe leer los rótulos de la calle, no entiende el formato de la receta electrónica igual que el 46,53% de los pacientes encuestados en el estudio EMIRTHAD (estudio sobre manejo inefectivo del régimen terapéutico en hospitalitzación a domicilio).
Para los menos diestros en tratamientos Antonio repite fármacos no prescritos : Furosemida/ Seguril ; Omeprazol / Patoprazol ; Adiro / AAS; Lorazepan / Orfidal; Simvastatina / Prevencor. Ha mezclado Genéricos con Marcas Registradas y tratamientos antiguos con nuevos. Aunque parezca imposible en el estudio EMIRTHAD descubrimos que de 3693 tratamientos 426 se tomaban repetidos. Un 26%.
Carmen y Antonio se hicieron su casa en un barrio obrero. En un principio era poco más que una barraca. Sin planos, como le había enseñado su padre a Antonio, como se hacían todas en aquella época de carencia de recursos tanto de materiales como económicos. En un inicio el lavabo no entraba dentro del proyecto y cuando entró el único lugar para instalarlo era el patio. Un buen día a mediados de los años 70,Antonio se cayó de un poste de madera de telefonía. Quedó cojo de por vida y sobre todo dejó de cobrar el plus que pagaba la empresa por aquel trabajo de riesgo.Continuó trabajando pero con otro sueldo.A pesar de esto se jubiló con una «pensión decente», según Carmen. Ella trabajó toda la vida limpiando en las casas y cardando lana cuando era demasiado mayor para subirse en escaleras.Podríamos decir que hablamos de una casa humilde pero limpia con multitud de barreras arquitectónicas y lo más importante un lavabo en el patio.Cuando hace frio y a la noche,Antonio hace todo lo posible para no tener que ir a orinar.Y cuando digo todo estoy hablando también de no tomar los diuréticos. Automedicación.
Para los menos diestros en tratamientos hablaros de la importancia de estos fármacos y de su correcta administración en un paciente con ICC. En el estudio EMIRTHAD se hace referencia a estas actuaciones en los enfermos y corresponden a un 18% de 217 personas encuestadas que hacen automedicación y un 13% descansos no prescritos.
Carmen y Antonio pertenecen a una generación que no pudieron ir al colegio y todo lo que han aprendido a ido dirigido a disimular que no saben leer ni escribir.Durante muchos años los medicamentos tenían el mismo formato y habían memorizado el nombre de boca de los profesionales sanitarios.Un buen día el sistema cambió. Ahora se le llaman Genéricos. El formato cambia cada vez que va a recogerlos a la farmacia. Las visitas a los profesionales sanitarios son menos frecuentes.
Cuando yo los conocí quedé impresionada por la personalidad de Antonio.Un hombre a quien la vida le había dado muchas bofetadas y él luchó para salir a delante. Posiblemente porqué a su lado tiene una mujer que como él, han aprendido a disfrutar de las cosas pequeñas y la mutua compañía .
Al repasar con Antonio el botiquín de su domicilio encontré numerosas discordancias entre la receta electrónica ,que no saben leer, y los medicamentos que él decía tomar. Según la receta tenia que tomar: Furosemida dos a la mañana , pero el Seguril se lo tomaba desde el último ingreso en el hospital; El Omeprazol se lo prescribieron hacia poco tiempo y no sabia para qué; De Pantoprazol le quedaba poco, tenia que ir a la farmacia a pedir más; El Adiro y AAS no se los tomaba porqué no tenia dolor de cabeza; El Prevencor se lo recetaron en su consulta al cardiólogo hacia mucho tiempo y lo tomaba de vez en cuando ,cuando se acordaba; Simvastatina era para el colesterol y tomaba media de 20mg; El Orfidal era para dormir y el Lorazepam para la contractura del brazo que hacia días que no podía levantarlo.
Según el estudio EMIRTHAD solo el 58% de las personas encuestadas (419) conocen como se administra un tratamiento, la dosis y para qué lo toman. Entre un 55% y un 63% si son Genéricos y un 73% y un 81% si son Marcas Registradas.
Intervención del equipo de Hospitalización a domicilio
Durante diez días que estuvo ingresado en nuestra unidad:
- Pusimos un acceso venoso y una bomba elastomérica con 5 amp. de furosemida a pasar en 24h. Compensamos en una semana su ICC. Llegando al peso ideal de 76 kg con ausencia total de edemas, ausencia de disnea y no ortopnea.
- Insistimos en la importancia de reconocer que no sabe leer y preguntar todas las veces que sea necesario a los profesionales.
- Educamos en reconocer los fármacos por su nombre genérico, le pusimos símbolos en las cajas que harían de guías y las enganchamos en una hoja que pudiera llevar a todas partes. No optamos por hacer que le preparan la medicación en blister en farmacia por presentar cambios de dosis frecuentes.
- Se catalogó al paciente de Riesgo de Manejo Inefectivo del Régimen Terapéutico. Para que el resto de profesionales lo tuvieran en cuenta durante la prescripción de fármacos.
- Educamos en la dieta adaptándola a los menús de Carmen y las preferencias de Antonio. Sustituyendo la sal por otros condimentos más adecuados.
- Le hicimos comprar una botella para orinar a la noche y los días de frio sin tener que salir al lavabo del patio.
- Se trabajaron hábitos como el control semanal de peso, la hidratación de la piel, el uso de zapatos adecuados, salir a hacer ejercicio cada mañana y la posibilidad de ir dos veces por semana a las clases de gimnasia para gente mayor que hacen en la sociedad de vecinos y las clases especiales para aprender a leer.
- Por último se notificó a su enfermera de Atención Primaria los cambios realizados y los riesgos potenciales que tienen el paciente.
Al alta quedó ligado a un seguimiento en consultas externas de enfermería de nuestro hospital para pacientes PCC.
Antonio ha pasado de tener un ingreso cada dos meses por descompensación, a venir al hospital cada cuatro meses a visitar a la enfermera que lo llama cada quince días para saber como está.
El sabe que si aumenta de peso ha de llamar a su enfermera y le dará día de visita para 24h/48h. En el supuesto que tenga que hacer tratamiento endovenoso, vendremos «las domiciliarias» a su casa y no tendrá que ingresar en el hospital y dejar sola a su Carmen.
Deja una respuesta